La importancia de la higiene personal en un ambiente Montessori
En la metodología Montessori, el desarrollo integral de los/as niños/as es una prioridad, y la higiene personal juega un papel esencial en este proceso. En el ambiente de comunidad infantil (18-36 meses), la higiene no solo se ve como un aspecto de salud, sino también como una oportunidad para fomentar la autonomía, la responsabilidad y el respeto por uno mismo y por los demás.
Higiene personal como parte de la rutina diaria
Desde los primeros días en el ambiente de comunidad infantil, se introduce al alumnado en prácticas de higiene personal de manera respetuosa y acorde a su nivel de desarrollo. Estas actividades se integran en la rutina diaria y se presentan como oportunidades de aprendizaje:
Lavado de manos: Antes y después de comer, después de ir al baño y al regresar del exterior, se enseña a los/as niños/as a lavarse las manos utilizando pasos claros y secuencias que pueden entender. Este proceso incluye abrir el grifo, aplicar jabón, enjuagar y secarse con una toalla. Los materiales están adaptados a su altura y habilidades.
Cuidado del rostro y cuerpo: el alumnado tiene acceso a pequeños espejos, toallas y pañuelos para limpiarse la cara y la nariz cuando lo necesiten. Esto fomenta la conciencia de su propio cuerpo y les permite sentirse responsables de su cuidado personal.
Cepillado de dientes: incluimos el cepillado de dientes como parte de las rutinas después de las comidas. Los/as niños/as aprenden el procedimiento observando a los adultos y con demostraciones claras.
En Mountain Peak Montessori School, la higiene personal también se vincula con las lecciones de gracia y cortesía, ayudando a los/as niños/as a entender cómo sus acciones impactan a los/as demás. Por ejemplo, cubriéndose la boca al toser o usando un pañuelo para limpiarse la nariz. Estas prácticas no solo promueven buenos hábitos, sino que también refuerzan valores como el respeto.
La higiene personal en un ambiente de comunidad infantil no es solo una cuestión de salud, sino una herramienta clave para el desarrollo integral. A través de un enfoque respetuoso y adaptado a sus necesidades, los/as niño/as adquieren habilidades esenciales, fortalecen su autonomía y desarrollan un profundo sentido de respeto hacia sí mismos y hacia su comunidad.