El rol del guía Montessori
El guía Montessori es lo que equivaldría al maestro de la escuela tradicional, una figura que tiene un papel fundamental: el responsable del ambiente preparado o aula. Su tarea principal es acompañar al niño, permitiendo el desarrollo natural y facilitando los aprendizajes. Para ello es imprescindible la observación, ya que, a través de ella, el guía puede ofrecer al niño opciones de trabajo inteligente y, a medida que el niño se desarrolla, ir reduciendo la intervención.
Entre las funciones principales del guía destacan:
Observar las necesidades e intereses de los niños y su desempeño con el material, para saber cuándo retirarse y cuándo intervenir.
Entender el comportamiento de los niños, teniendo como referencia las características de la etapa de desarrollo en la que se encuentran.
Mostrar el uso de los materiales y guiar a los niños en sus múltiples posibilidades.
Las actitudes principales de un/a guía son las siguientes:
La humildad es una de las actitudes que manifiesta el guía Montessori:
Cuando reconoce que el niño es el protagonista del aprendizaje y por lo tanto, que el adulto no enseña, solo ofrece los medios.
Cuando acepta sus propios errores y los de los demás como una oportunidad de aprendizaje.
Cuando establece una relación horizontal con el/la niño/a, basada en el respeto.
Siempre que está dispuesta a aprender, por el/la niño/a, con el/la niño/a y del niño/a.
El guía también se caracteriza por su capacidad de responsabilidad:
Cuando identifica la individualidad de cada niño/a.
Cuando mantiene el ambiente preparado y ofrece actividades en el momento oportuno y con la técnica adecuada.
Cada vez que reflexiona sobre su propia labor y busca la forma de mejorarla.
Cuando responde desde la calma, en lugar de reaccionar.
Desde aquí felicitar a todas nuestras guías por la labor tan importante que realizan cada día. ¡Feliz día del docente!